Reflexión cuarentena día 45

Analizando la situación en la que estamos quiero compartir la vista que estoy teniendo desde mi balcón francés, viviendo en una caja de zapatos, este balcón es lo único que impide que entre en la locura completa y me conecta con vecinos con los que cada tanto compartimos alguna conversación y observo las puestas de sol que son un momento del día que suele captar mi atención. 

Es interesante como uno en aislamiento empieza a valorar situaciones que antes pasaba por alto, descubre comportamientos en la gente, se da cuenta como posponemos actividades y que en este momento donde tenemos más tiempo tampoco las hacemos. 

La distancia a nuestro seres queridos es la que más pesa, aquellos quienes están acostumbrados a ver gente a diario, cambia tu mundo. Porque nos solemos encontrar con ellos cuando salimos al sueprmercado o a trabajar, pero el aire de esos encuentros es de incertidumbre, la paranoia no hace que esos vínculos sean los mismos. 

A este día ya uno se olvida lo que es un abrazo y lo que es contacto con el otro, comienza el insomnio, personalmente hace dos o tres semanas que no puedo conciliar bien el sueño a menos que reciba ayuda de algún somnífero lo que hace que sea muy complicado decidir tomarlos a diario. Uno como diseñador y, especialmente, estudiante está acostumbrado al encierro y no dormir, pero las voluntades son diferentes, porque no dormir por estudio o trabajo valen la pena y es parte del ritmo de la vida, ahora, cuando te sacan todo eso, no tenés nada, te hace preguntar porqué te pasa lo que te pasa. 

Esta cuarentena me está enseñando sobre mis coportamientos ante estas situaciones, aunque ya había pasado por parecidas, nunca habían durado tanto. Tambíen me enseña de comportamientos de la sociedad, el egoismo, la desesperación y el pánico, como perjudica a los demás, el ser egoista y llevarse todo sin pensar en las necesidades ajenas. El ofrecer ayuda en merenderos porque nosotros tenemos un techo, pero hay quienes ya no. Vemos quienes aceptan sacrificarse por los demás sin importarles la vida propia y quienes actúan por pura supervivencia sin pensar en cómo afecta a los demas, sin importarles tampoco porque solo ellos son importantes para la sociedad. 

Estaremos en cuarentena, estaremos encerrados todo o la gran parte del día, pero la sociedad sigue siendo la misma, mi mamá siempre me decía que aunque la mona se vista de seda, mona queda, y así pasa con nosotros como sociedad, ya hay situaciones que no me sorprenden pero no puedo decir que no me decepcionan un poco. La gente sigue siendo la misma gente, son pocos que muestran un cambio o mínima empatía por los demás. La mugre sigue siendo la mugre y el egoismo sigue siendo egoismo. La pobreza sigue siendo la pobreza. 

Mis salidas al supermercado me habilitan a sacar fotos, que es lo que más amo además de diseñar, para poder mirarlas y sentirme de nuevo en el exterior, en el mundo que tenemos, en la sociedad en la que vivimos. Fotos justas e injustas. Reflejos, sombras y situaciones. Lo que gusta y lo que no. 

No se a dónde queria ir contanto lo de las fotos, pero necesitaba algo diferente a lo que venía redactando ya que no es tan alegre, supongo que este aislamiento me hace pensar en muchas cosas a la vez y me abrió la cabeza para ver diferentes realidades y situaciones. 

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